en camino
para quienes tienen el suficiente coraje, mis respetos.
luego de arrancar seis veces la página del calendario, uno se hace preguntas. el problema es que no se hace respuestas. por lo menos no respuestas convincentes. por ahora lo único que queda es poner un poco de carbón al horno, limpiar rieles y esperar llegar a destino. no me pregunten cuál es ese destino, pero hay que llegar.
entonces, retomando el trajín de la escuela, es mejor ocuparse de lo que no es un tal vez. entonces vuelvo a introducirme en la distracción académica, que hace creer que sus problemas tienen alguna importancia.
así que subo el volumen y me pongo los lentes obscuros: acelera y enjuaga esa lágrima.