Es de día otra vez
Amaneció, pero se dice que hoy el año es nuevo.
Fatalidad para quienes dicen que los 90s les recuerdan días de adolescencia. Pero es así, cada día afrontamos inumerables latigazos, así que si el tiempo se une en contra nuestra, no es cosa muy seria.
Al interior de mi celda -ampliada temporalmente a causa del éxodo de quienes pudieron regresar al nido- celebro mi incierto futuro junto con algunos fantasmas que se encargan de distraerme.
Qué es lo que viene ahora? Se viene...
quien sabe.
Le dejo ese trabajo a las tejedoras, de quienes no me puedo quejar hasta el momento si pienso en cierta gente (las comparaciones son absurdas, pero mi naturaleza es absurda, así que me permito hacerlas). Lo que si es cierto es que las políticas internas no han cambiado en esencia, así que seguimos practicando la ley de la supervivencia.
Por otro lado, la vida sigue su curso. Extraño por cierto. Si entre los eventuales aparecerá algo de interés, no tengo la menor idea. En todo caso no guardo muchas esperanzas. Si llega algo fascinante, que me tome por sorpresa.
Lo que venga en 2006, será recibido con ternura a macanazos.
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