11.20.2005

Things Have Changed

El nombre Robert Zimmerman tal vez no dice gran cosa para muchos. Por el contrario su sobrenombre es sinónimo de una leyenda viviente. Bob Dylan, el encargado de marcar nuevos caminos y señalar nuevos destinos. Luego de Dylan, las posibilidades se han multiplicado. La primera evidencia son las letras. Al ampliar la gama de temas posibles, incluyendo política o moral, Dylan ha reflejado el sentimiento del lugar y de la época. A partir de entonces ya no es solamente la trivialidad de amores adolescentes que domina la escena musical, sino también los valores que definen la apertura de los 60s. A fin de cuentas la cultura Woodstock tiene a Dylan como uno de sus estandartes.


Incluso al otro lado del Atlántico, las islas le rinden homenaje. Los íconos mundiales de la música moderna se reinventan inspirados en gran medida por Dylan. Evidencia: Lennon en el 65, mostrando su lado acústico con "You've Got To Hide You're Love Away", "Norwegian Wood", u olvidando el clásico boys-meet-girls por primera vez, con "Nowhere Man". La influencia es evidente, Lennon y Harrison se denunciaron abiertamente en reiteradas ocasiones.


Muchos conocen el trabajo de Dylan sin saberlo. Sucede que su obra es parte de las raíces de la cultura musical contemporánea. "Blowin' In The Wind","Like A Rolling Stone", "Knockin' On Heaven's Door", son himnos antes que cualquier otra cosa. Consecuencia de ello son las centenas de interpretaciones que múltiples artistas y artistoides han efectuado. Algunas de esas interpretaciones han sido ponderables, sobresalientes, o bien olvidables. A pesar que en ciertos casos un cover puede ser mejor ejecutado que el original, el respeto al creador es imprescriptible.

















The Travelling Wilburys, una extraña combinación: Jeff Lynne, Tom Petty, George Harrison, Bob Dylan y Roy Orbison

En los últimos años, Dylan se ha lanzado a recorrer el mundo en una gira interminable. Su forma de mostrarse al mundo es a través de su música, de todas sus eras. "Things Have Changed", es lo que Dylan dice en una de sus últimas canciones. La frase se aplica a su música. Dylan nunca se ha quedado en un solo lugar, ha sufrido metamorfosis y una evolución a lo largo de los mas de 40 años de carrera que lleva. En su gira interminable, cambia constantemente la lista de temas y hace variaciones en cada una de sus canciones. Eso hace que cada una de sus presentaciones tenga un toque de unicidad e impredecibilidad.

Una de esas presentaciones, en Zürich fue mi oportunidad de ver al legendario Bob Dylan. Ambiente distinto al de otros conciertos. La pista del Hallenstadion cubierta de sillas, promedio de edad del público notablemente superior al normal, sobriedad en el escenario. La aparición de Dylan, acompañado por un conjunto evidentemente bien dotado, ejerce un cierto poder sobre el público. Existen fuerzas inexplicables en el ámbito de la música. Dylan ha renunciado a la guitarra -los motivos no son claros, nada es realmente claro con este señor- y prefiere los teclados y eventualmente la harmónica. Su banda proporciona el resto de la música. En general es Rock 'n Roll. La voz de Dylan también ha sufrido cambios. Ahora es mas seca y ronca. La verdad es que siempre fue limitado como vocalista, pero aun conserva una extraña fuerza que le da un toque único.

Revisar todo su catálogo en 2 horas sería imposible. Dylan escoje al azar algunas de las piezas que en ese momento le placen. "My Back Pages", "The Times They Are A Changin", "Just Like A Woman", son algunos ejemplos. No hay coreografías ni grandes efectos. Dylan ni siquiera se dirige a la audiencia. Solamente hay música. A cada canción el publico responde con ovaciones. El reconocimiento no es solamente a la interpretación de una obra sino también al legado que está por detrás. Tras finalizar su presentación, el Hallenstadion reveinta en aplausos. La aclamación no cesa, y luego de interminables minutos y a pesar que muchos ya empiezan a salir del lugar, Bob Dylan reaparece. El público enloquece y todos los de la pista abandonan en masa sus asientos para acercarse al escenario en medio de un gran alboroto. Las emociones rompen cualquier tipo de orden. Los encores no podían ser mejores. "Like A Rolling Stone" y una magnífica e inmensa versión de "All Along The Watchtower". Solamente esa versión de "All Along The Watchtower" -magnífica, intensa, demoledora-, fue mas que suficiente para colmar las espectativas de quien escribe estas notas.

Todos mis respetos a una de las personalidades de mayor influencia de las últimas décadas en la música popular, todos mis respetos a Bob Dylan.

11.16.2005

Twisted Logic

Existen grupos que tienen la ventaja de estar en el medio de la corriente. De ese modo pueden atraer fácilmente a los diestros y a los zurdos. Ese es el caso de Coldplay en los últimos años.

La fuente inagotable de talento es Inglaterra. El predominio del idioma es sin duda una ventaja inmensa, aunque la isla parece tener otros ingredientes adicionales...de eso se puede hablar otro día.

Si bien Coldplay no ha introducido grandes novedades, ha tenido la virtud (a veces es virtud) de no tomar posiciones extremas. Ni el lado cursi ni el lado tétrico, ni pegajoso ni repelente. Gracias a ello puede acercarse por la melodía a los suaves y por la energía a los duros.

La imagen que presentan al exterior es otra apuesta afortunada. Siguiendo la misma línea que la música, la simplicidad produce una cierta "identificación" con gran parte del público, lo que resulta profundamente profitable para efectos comerciales.

El disco X&Y trajo un par de novedades que seguramente pasaran al status de himnos de la banda en los años que vienen. Como siempre el tiempo toma su parte al decidir qué es lo que queda y qué es lo que se olvida.

En todo caso ya es remarcable que en solamente sus dos otros discos, exista una cantidad tan grande de éxitos. O alguien puede discutir la popularidad de "Troubles", "Yellow" o "In My Place" ? (independientemente del análisis musical)

En fin, esa ola de éxitos en los últimos 5 años ha hecho de Coldplay uno de los menús más apetecidos en el mundo entero. Sería una pena desperdiciar la oportunidad de presenciar una presentación de Coldplay en su apogeo, cuando tal oportunidad se da fácilmente.









Zürich está en el mapa de europa. Tal vez el resto de Suiza resulte un tanto invisible pero por lo menos Zürich tiene su lugar. El "Hallenstadion" en Oerlikon es el escenario de los grandes eventos. Un stadium cerrado, renovado y capaz de albergar unas 15000 personas. bastante útil, sobre todo en esta época de frío.

Ya que los tickets de Coldplay se venden inmediatamente después del anuncio de su presentación (es decir, meses antes que el evento ocurra), es ingenuo tratar de comprarlos de modos convencionales. Por suerte los revendedores existen en todas partes (si, en suiza también) y yo pude encontrar uno en un pueblo que se llama Fully, en Valais. Claro que tuve que contactarlo hace meses ya que otra gente podía adelantarse.

Con el ticket en mano fui a hacer cola. Es importante hacer cola si uno tiene ticket en la arena y no en silla. De ese modo los últimos no serán los primeros. El problema es que hay que esperar por horas pero las ventajas son claras a la hora de hace un balance.

Antes de comenzar, Chris Martin introdujo a los "teloneros". Educadamente pidió un aplauso para los también británicos "Goldfrapp". Ese tipo de introducciones son útiles para evitar situaciones bochornosas con los teloneros. Goldfrapp tiene una orientación electrónica, dance. Música guiada por batería electrónica y bajo sintético, poco recomendable para quienes gustan de guitarra (muy poco utilzada). El resto son synths y teclados en general, bajo la presencia imprescindible de la vocalista (Allison Goldfrapp). Es una extraña recuperación de valores ochenteros. Por algún motivo me hace recuerdo a Blondie, aunque musicalmente es otro estilo de grupo.

Chris Martin, Jon Buckland, Guy Berryman y Will Champion, salieron al escenario a hacer su trabajo. Berryman estático y concentrado con el bajo, Champion guiando detrás de la batería, Buckland poniendo los matizes para darle el sonido típico. Por su parte Chris Martin combinando voces con cierto tipo de movimientos extraños. Cada uno con su estilo.

Para romper monotonías Matin eventualmente podía tomar el piano (en algunos casos de manera obligatoria, de otro modo como podrían hacer "the Scientist"?) o Berryman los synths. En algún caso Buckland debía optar por una acústica o tomar otra eléctrica con otro efecto.
Tal vez los cambios más radicales fueron en el set "acústico", con Will Champion en teclados y Guy Berryman en harmónica.

Para "Yellow" Chris Martin tuvo que tomar el "laud", esa guitarra eléctrica para hacer el rasgueo típico. Es precisamente en "Yellow" y tal vez aun mas en "Clocks", que el público respondió con más energía (griterío).

Luego de despedirse y ser obligados a volver al escenario (es la costumbre, hacer encores es parte del espectáculo), cerraron con "Fix You". Creo que es la única canción en la que los 4 cantan (o al menos simulan cantar ;) )










Luego de estos conciertos en "pista" uno resulta un poco pisado y afónico, pero no está mal...

simepre Zürich

Nuevamente en tierras suizo-alemanas. El asunto es que todo sucede en Zürich. Así que esta vez no tuve otra alternativa que volver. Como siempre, tuve encuentros cercanos con algunos suizos germánicos, que siempre preguntan algo. Nuevamente preguntaron direcciones y me pidieron plata. Es el colmo que pidan plata a un tercermundista arruinado como yo.

En Zürich el ritmo es un tanto diferente que en el resto de Suiza. El exceso de gente ha obligado, por ejemplo, a crear un sistema de transporte extremadamente complejo. Existe una infinidad de buses, tranvías, s-bahn, trenes e inclso barcos que circulan por toda la ciudad. Parece que en cada esquina existiera una parada de transporte público. Y si a eso se añaden los móbiles particulares, uno se puede imaginar el trajín.

Para el transporte intercantonal utilizan los trenes normales, pero también existe el servicio "s-bahn" de trenes que se mueven en la ciudad misma. Es algo así como el metro -pero no es metro- son trenes de incluso dos pisos. Y siempre hay gente, incluso en la madrugada. El servicio para unicamente el lunes en la madrugada (de 1:00 a 5:00, comprobado). Aparte del "s-bahn" existen los tranvías, que igualmente pasan por todas partes.

Pero por qué fui a Zürich nuevamente? Lamentablemente no puedo evitar ciertas tentaciones. Como "todo sucede en Zürich", de vez en cuando hay ciertos acontecimientos que resultan interesantes.

11.07.2005

EPFL, Así se ve mejor


En esta foto se ve todo claramente. Lo que está marcado con azul es el lugar donde vivo. Lo verde es la UNIL (Universidad de Lausanne). Lo rojo es la EPFL (Escuela Politécnica Federal de Lausanne)

Al fondo la ciudad de lausanne.

A la derecha el Lac Léman

En la EPFL, el edifico rectangular que sobresale, en lo más bajo de la foto, es el de Informática y Comunicaciones

11.06.2005

Neuchâtel

La frontera suizo-francesa está marcada por la presencia de los Montes Jura. Es una región de pequeñas montañas y debe su nombre a la piedra "Jura" (también raíz del término "Jurásico"). En la "parte suiza" de Jura, existen diferentes ciudades de distintos cantones. Uno de esos cantones es Neuchâtel.

El cantón ocupa el la región occidental del lago homónimo, el más extenso en territorio exclusivamente suizo. Toda la historia y desarrollo del cantón gira en torno a su ciudad principal, la Ville de Neuchâtel. Si bien la región fue ocupada en tiempos romanos, la ciudad fue fundada recién alrededor del año 900, aunque no se tienen datos exactos. Los documentos más antiguos se refieren a la ciudad en el siglo XI, momento en el que toma el nombre de "condado de Neuchâtel" (Neuchâtel, novo castellum, nuevo castillo). Desde aquella época, el castillo de los condes ha dominado la vista de la ciudad y se ha convertido en su síumbolo máximo.



Uno de los muros y fachada exterior del castillo de Neuchâtel








El castillo, se impone.


















La puerta principal. Dos torres macizas la escoltan.











Es justamente en el siglo XII que se construye "la Collegiale", la iglesia de los Condes, adjunta al castillo. Una de las piezas de arte suizas más importantes de la edad media se encuentra en su interior. Se trata de la tumba de los Condes, una serie de estatuas en tamaño real, que representan a los señores del condado, junto a sus esposas. Estilo medieval solemne y policromía clásica de esos tiempos. Sin embargo en el siglo XVI, el protestantismo cunde en la región y se establece como culto oficial.


frontis de la Collegiale.












Las torres de la Collegiale












Jardín interior de la Collegiale








Las torres al fondo. Es pleno otoño.








Los condes de Neuchâtel gobernaron el lugar durante la edad media, hasta que una rama de la familia real francesa toma el poder. Esa rama se extinguió en el siglo XVIII, hecho que fue aprovechado por Prusia para extender su imperio. Dada la distancia entre el centro político y geográfico de Prusia y Neuchâtel, la región gozó de cierta autonomía política.




Muros del castillo










Napoleón llegó a ocupar la regió e imponer a uno de sus generales como soberano de Neuchâtel, aunque dicho general nunca pisó el lugar. Luego de los 100 días y Waterloo, Neuchâtel vivió una extraña situación política, al entrar a la Confederación Suiza siendo al mismo tiempo vasallo prusiano.




La antigua torre de la prisión










Esa situación duró hasta 1848, año en el que se proclama la república y la independencia de la monarquía prusiana. Desde entonces e incluso hasta ahora, el nombre oficial del cantón es "República y Cantón de Neuchâtel". Es raro pero en suiza hay muchas repúblicas internas. El castillo sigue siendo sede del poder. Actualmente sesiona allí el parlamento, consejo de estado y tribunal judicial.


Lago de Neuchâtel: densa neblina.