I went down to the crossroads
Robert Johnson es el nombre de quien hoy es reconocido como el bluesman mas influyente de la historia. Como muchos artistas que van más allá del contexto cultural en que viven, Robert Johnson no conoció la fama en vida. Murió en 1938 llevando una vida acelerada y grabando apenas unas decenas de blues minimalistas que quedarían olvidados en los baúles durante algunas décadas. Algunas de las canciones que sobrevieron en los baúles, como Come on in my kitchen, Travelling Riverside Blues o Cross Roads Blues, llegarían a manos de nuevas generaciones de músicos que retomarían la inspiración del Delta Blues en los 60s. A Robert Johnson la celebridad llegaría post-mortem y sería aprovechada por otros individuos cuyos nombres pueden ser mas fácilmente reconocidos por la muchedumbre: Keith Richards y Brian Jones de los Stones, Jimmy Page, Jack Bruce o por supuesto Eric Clapton.
Clapton, declarado admirador de Robert Johnson está de gira en europa promocionando su útlimo disco Back Home. Fue entonces conveniente coincidir con él en la sureña ciudad germana de Stuttgart y disfrutar un poco del polifacético británico que ha estado en los momentos y lugares claves de la historia de la música popular occidental.
Abriendo como telonero estuvo Robert Cray y su banda, a fuerza de grooves y funk mezclados con una guitarra y teclados excepcionales. Excelente warm-up para luego ver entrar a quien es uno de los grandes referentes musicales de todos los tiempos.
Clapton empezó a abrirse espacio con John Mayall & the Bluesbreakers en los 60s, despertando la admiración de los grafiteros que sin temor escribían "Clapton is God" en los muros de Londres. Luego pasó a trabajar con los Yardbirds, aunque no duró mucho por negarse a separarse de sus orígenes blueseros. La ultrafama llegaría con Cream, acompañada de las tentaciones de la celebridad e innumerables disputas que destriparían la banda en apenas 2 años y medio. Luego Clapton se escondería bajo otros proyectos, todos de corta duración: Blind Faith, Derek & The Dominos, Delaney & Bonnie, y una infinidad de colaboraciones (Harrison, Lennon, Preston, etc). Luego se establecería como solista en los 70s, pasando por algunos olvidables episodios en los 80s hasta su regreso en 89 con Journeyman. A partir de entonces probó pop, blues puro, rock and roll, acústicas, incluso colaboraciones en funk. Pero a fin de cuentas Clapton es un bluesman, y eso se nota en el escenario. Hoy probablemente solo McCartney o Dylan llevan una carga histórica superior a la suya, así que hay que aplaudir.
EC entró con una fácil, Pretending, uno de esos movimientos pop bastate accesibles. Con la impresionante banda que tenía atrás no podían haber problemas. Dos guitarras de soporte, bajo, batería, un trío de brass por si acaso, 2 teclados y coristas. Durante la noche puso a consideración del público algo de su nuevo álbum Back Home: So Tired y la canción homónima Back home, una acústica muy bien elaborada. Algunas escondidas canciones como Everybody oughta make a change, Motherless Children y el fantástico blues de Robert Johnson Little queen of spades también tuvieron su lugar.
También -y para mi enorme satisfacción- regresó a las épocas de Derek & The Dominos con Got to get better in a Little While, la acústica I am Yours, Nobody Knows You e impredeciblemente Why does love got to be so sad.
Una mención especial merece Let It Rain, rescatada del primer álbum solo de Clapton (de hace unos 36 años mas o menos). Es una sensación especial ver relucir canciones que han pasado tanto tiempo olvidadas.
Y por supuesto también estuvo presente la serie de ultraclásicas: Old Love, Running on faith, After Midnight, Wonderful tonight, Layla (con solo final incluído) y la canción de JJ Cale -Cocaine- que hoy parece que pasó a manos de Clapton por usucapión.
Para terminar de reventar la noche salieron Calpton y Robert Cray en los encores con una versión a duo de Crossroads, la legendaria versión claptoniana de Cross Road Blues de Robert Johnson. Las malas lenguas dicen que la canción es una referencia a un supuesto pacto que hizo Johnson con el mismísimo diablo en un cruce de caminos. A cambio de su alma, Johnson recibió inigualables cualidades musicales... Pacto o no pacto la canción identifica a Clapton y es la mejor forma de cerrar su presentación.
Alguien suspicaz puede darse cuenta que prácticamente no hubo nada de la era Cream, pero esa es otra historia, y en este caso es mejor no mezclar...
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