2.26.2006

from genesis to revelation

Genesis es uno de esos grupos que por longevidad y mutación divide su historia en eras. Probablemente la más conocida de éstas sea la “era Collins”, durante los 80s. Durante esa época, la avalancha de éxitos comerciales fue evidente y les permitió llegar a una audiencia de millones. Pero antes de 1976 la realidad de Genesis era un tanto distinta: Collins era batero, su música era conocida en círculos reducidos, sus canciones rara vez llegaban a las estaciones radiales y sus álbumes no eran hits mundiales.

Desde fines de los 60 hasta el 75, Genesis tenía en sus filas al mítico Peter Gabriel como vocalista y principal figura de cara al público. Durante la “era Gabriel”, el grupo sufrió la gran metamorfosis que convirtió una banda colegial en uno de los principales y más influyentes exponentes de prog-rock.





Genesis classique: Phil Collins, Tony Banks, Michael Rutherford, Peter Gabriel & Steve Hackett.










Los álbums de esa primera mitad de los 70s tienen actualmente una cierto status de culto, principalmente Nursery Cryme, Foxtrot, Selling England by the Pound y por supuesto The Lamb Lies Down On Broadway. Los temas obscuros y letras surreales, la longitud de las piezas, la complejidad de la ejecución instrumental, la experimentación; todos esos elementos caracterizan la obra de esos años. Adicionalmente, Genesis tenía el sello particular de Gabriel en las actuaciones en vivo. Intentando llenar vacíos mientras sus camaradas afinaban y ponían a punto sus instrumentos, Gabriel comenzó en cierto momento a inventar extrañas historias que relataba al público, a manera de ganar tiempo. Al cabo de algún tiempo sus bizarras historias se hicieron más y más complejas, y además incluían singulares máscaras y disfraces con los que Gabriel acaparaba la atención de los intrigados espectadores.

Todas esas particularidades hicieron de Genesis uno de los espectáculos musicales mas peculiares de los 70s, recogiendo admiradores que por supuesto, “siguen hasta hoy”. Pero como todo llega a su fin, luego de presentar The Lamb mas de 100 veces en USA, Peter Gabriel decidió caminar por otras sendas, terminando con la “era Gabriel” de Genesis. Hasta el día de hoy, a más de rumores, nada parece indicar que la situación cambie y que el Genesis “clásico” renazca.

Con los años, la nostalgia de quienes vieron y de quienes no vieron pero querían ver ese Genesis, dio lugar la formación de diversas bandas “tributo” que intentaban recrear la música y ambiente originales. Probablemente el más famoso de estos proyectos sea The Musical Box, que durante 15 años ha re-interpretado y reproducido la música de los maestros.

Ya que las oportunidades llegan y se van muy rápido, fue necesario para el que escribe desplazarse a la inevitable Zürich para conmemorar a los grandes a través de The Musical Box, que presentaban The Lamb en su integridad. Es sorprendente el cuidado que estos señores han tenido en reproducir al antiguo Genesis de los 70s: Las guitarras, bajo de doble cuello, mellotrones y moogs, batería y percusión, todos los instrumentos parecen ser de la época. La interpretación musical es aún más sorprendente. La fidelidad al original es simplemente impresionante. Es como una orquesta intentando capturar el espíritu original de una obra clásica. Claro que en cualquier presentación en vivo siempre hay alguna falla o diferencia disculpable. En especial se entiende que la voz de Gabriel no pueda ser de ningún modo reproducida. Pero por supuesto una interpretación no debe ni puede nunca reproducir exactamente la obra original, sino desplegar una visión que no modifique su esencia.

Para quienes gustan de los viajes en el tiempo, resulta una increíble experiencia, más aun si se puede presenciar The Lamb íntegramente, incluyendo The Lamia, The Slippermen, Lilywhite Lilith, Brother John y toda la insana suerte de personajes y bizarras situaciones en las que se mete Rael (en qué estaba pensando PG cuando escribió eso?). Para colmo de satisfacciones, TMB coronó su despliegue con dos encores, por demás clásicos rotundos (incluyendo el obligatorio atuendo por supuesto): The Musical Box y el legendario Watcher of the Skies. No se puede menos que aplaudir.



Maybe the lizard’s shed it’s tail,
This is the end of man’s long union with earth.

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