5.07.2007

Bob's in the well

El viejo delta blues ha sido exhumado mas de cien veces en los últimos 50 años. Primero por seguidores 'puristas', luego
por blues rockers como Cream, por virtuosos guitarristas, y en últimos tiempos también por mas de un oportunista.
Cuando Bob lanzó su último 'Modern Times', se dio la libertad de tomar viejos temas 'estándares' y trabajarlos en esa forma
tan particular que podría llamarse 'dylanista'. Introduce nuevas letras, cambia los tiempos y acordes. Y exige a su banda
añadir un solo por aquí, un filler allá, mientras el llena los espacios con esa voz gastada pero firme, que encuentra los tonos a pesar de estar quemada por las mil y un noches de la gira interminable.

Esa misma que pasó por el Arena de Genève ante unos 20 mil espectadores distribuidos entre devotos, simpatizantes y curiosos. Claro que la curiosidad se generaliza al momento de preguntarse qué tocará el caprichoso Dylan. En traje oscuro, sombrero y stratocaster en mano, Bob sorprendió a los despistados que no sabíamos que su sequía guitarrera terminó en este tour. Distendido, Bob pone de todo en su setlist. Cosas como Cat's in the Well de uno de su álbums perdidos, o la favorita Don't Think Twice. Pero tal vez la sorpresa mayor fue la irreconocible It's Alright Ma. En versión electrificada y con un riff extraño, Bob
estiraba cada verso con esa misma convicción de denuncia folk de los lejanos 60s. Y por supuesto el presidente de los States a veces tienen que pararse desnudo.

Dylan cerró la participación de su strat con Just Like a Woman para irse a la comodidad de su organo eléctrico. Y comenzaron a llegar algunas rendiciones de su controvertido nuevo álbum. Levee's Gonna Break sin duda toma elementos del viejo blues de Memphis Minnie, aunque en el álbum todos los créditos van para Mr. Dylan.
En cualquier caso la banda se muestra sólida, especialmente en los números 'nuevos' como Rollin' and Tumblin' y Thunder On the Mountain (que por cierto también arrastran controvertida inspiración robada).

Una mención honrosa al banjo que acompañaba una laboriosa versión de 'John Brown'. El sujeto del banjo era el comodín de la noche, alternando violín con mandolina y lap steel. Para los nostálgicos también hubieron otras clásicas, una no muy memorable rendición de Like A Rolling Stone (pequeña yuxtaposición de versos por parte de Bob) pero que al calor del concierto tiene importancia simbólica y a nadie le importan los errores (i.e. play fuckin' loud).
Con una version inspirada de Highway 61 los veteranos presentes en la Arena se veian obligados a saltar un poco. Raro que para un concierto de Dylan dispongan una sala provista unicamente con butacas y sin lugar para fanáticos de a pie (de esos que brincan durante los conciertos). Lo cierto es que desde un inicio la gente se desbandó, patearon las sillas y se movieron al pie de la tarima, de donde casi se puede tocar el Oscar turista de Dylan (alguien sabe por qué viaja con el
maldito Oscar?)

No hace falta decir pero el encore de despedida estuvo precedido por el ojo dylanista en la pared del fondo. No importa que tanto la siga repitiendo, All along the Watchtower sigue siendo necesaria y necesitada, aunque tenga ese infaltable sabor a Hendrix en algún lado. Al final, Bob Dylan and his band no se despiden, posan inmóviles en sus atuendos de gangsters, como estatuas siendo bendecidas por la muchedumbre.

4.24.2007

Carnaval de Lausanne: Bolivia arrasa

En estos días de abril Lausanne organiza su carnaval tardío, que da la bienvenida al sol de primavera. En asuntos carnavalescos los bolivianos tenemos experiencia así que los grupos que se presentaron en este carnaval suizo limpiaron con la mesa de trofeos, mejor lean este mensaje, copy paste de los amigos de la Comunidad Boliviana de Lausana (las fotos también son de ellos):


Este domingo 22 de abril, bajo un sol radiante, el carnaval de Lausana ha vuelto a ser el escenario del derroche de energía y de color de nuestro folclore con una masiva participación de grupos : 5 danzas bolivianas representadas!

Fue un verdadero espejo de la diversidad de nuestro país, un abanico de contrastes rico en tradiciones e intercambio humano entre las diferentes delegaciones venidas de toda Suiza (Zurich, Basilea, Ginebra, Friburgo, Berna, Neuchâtel), Alemania (Hamburgo) y España (Barcelona) donde el entusiasmo de bailar al son de nuestra música nos unía. La Embajadora de la Misión Boliviana ante las Naciones Unidas participó bailando Tinku, realzando con su presencia nuestra representación.

Cabe destacar la numerosa participación de compatriotas. Fuimos más de 230 bailarines y alrededor de 60 personas de apoyo. Vale la pena resaltar que es la primera vez en Europa, que un carnaval de este género, tiene una representación de 5 danzas originarias de un sólo país : BOLIVIA!

Arrasamos con los premios :

  • 1er premio Pujllay (Raíces de Bolivia) Ginebra

  • 2do premio Tinku (Asociación Boliviana de Zürich)

  • 3er premio Caporales (Comunidades Bolivianas de Zürich, Ginebra y Lausana)

  • 4to premio Diablada (Grupo Waris de Ginebra)

  • 3er premio Chovena (Grupo Danza Oriental categoría Carros Alegóricos)

El sentimiento de comunidad reinaba, lo que demuestra un profundo arraigo en una sociedad de tradición cultural como la nuestra y que transmite a través de la danza el amor profundo que te tenemos Bolivia! Fue una impactante expresión de indentidad que transmitimos también a amigos de otras nacionalidades (Ecuatorianos, Peruanos, Chilenos, Suizos, Colombianos, Mexicanos, Panameños) que bailaron y/o trabajaron con y por Bolivia durante este evento!

El alto nivel de expresión cultural no se resume solamente en la magia del colorido del vestuario, de la música, de la danza y de la tradición sino que también es una fuerte fuente dinámica de identidad que va más allá de todas las fronteras y que tiene un valor excepcional desde cualquier punto de vista.

El carnaval de Oruro, es sin duda, el modelo de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible, pues es capaz de generar nuevas manifestaciones culturales en otros espacios geográficos.

Los titulares de un matutino de gran difusión decían : Países latinoamericanos héroes del Carnaval! y los Bolivianos fuimos nombrados estrellas del desfile. Definitivamente, ya el carnaval sin los Bolivianos y los Latinoamericanos no será carnaval!

Comunidad Boliviana de Lausana

4.15.2007

Cold Turkey

La presencia turca en Constantinopla no ha sido interrumpida hasta hoy. Renombrada como Istanbul, la ciudad se transformó en capital del Imperio Otomano y lugar de residencia de los grandes sultanes.

El vasto Palacio de Topkapi fue durante muchas generaciones la sede del poder turco. Situado cerca de Hagia Sofia y con una vista espléndida al Mar del Mármara, este palacio es mas bien un complejo compuesto por una serie de diversos edificios y extensos jardines. Actualmente casi todas las instalaciones funcionan como museo, y sus pasillos están abarrotados de turistas. Existen todo tipo de cosas en el Topkapi. Espadas, collares y coronas en oro con todo tipo de piedras preciosas, diamantes, rubíes y sobre todo esmeraldas. También existen reliquias religiosas como por ejemplo el manto y espada del Profeta. Sin son auténticos o no no lo se, pero otras reliquias mas extravagantes como los dientes y cabellos del Profeta despiertan mi escepticismo.

El sector que atrae más gente es sin duda el Harem del Palacio. Este sector es el lugar « privado » del sultán. Aparte de él solamente los eunucos podían entrar en ese recinto, que era como una prisión de lujo. Se estima que los sultanes tenían como 300 mujeres a su servicio. 4 de ellas eran esposas pero ninguna tenía tanto poder como la reina madre. De hecho en muchos casos la reina madre tenía mas poder sobre el sulán y era ella quien finalmente determinaba quién se convertiría en esposa y qué hijo sería sucesor en el trono.

En el siglo XIX la « occidentalización » del imperio otomano llevó a los sultanes a construir un nuevo palacio, el Dolmabahçe. Este palacio es ecléctico en estilo, y en su construcción y decorado se contrataron a artistas de diversa procedencia. Prácticamente todos los tapices, candelabros, maderados y espejos del palacio son auténticos y para su preservación las visitas turísticas son todas guiadas y supervisadas. Los visitantes incluso requieren colocarse bolsas en los zapatos para evitar daños.

Durante los años 20, luego que Kemal Atatürk tomó el poder, el Imperio Otomano se extinguió y nació la actual república de Turquía. Desde entonces muchas cosas han cambiado, Istanbul dejó de ser capital pero sigue siendo un motor económico y escenario natural de intercambio cultural. Istanbul es literalmente un puente entre civilizaciones, culturas, geografías. Es la puerta natural de occidente al mundo musulman, del cual los símbolos mas visibles son obviamente las mezquitas.

Sultanes otomanos erigieron innumerables mezquitas a imágen y semejanza de Hagia Sofía, claro que agregando minaretes y su peculiar ornamentación de caligrafía religiosa. Justo en frente de Hagia Sofia, casi como en posición de duelo, se levanta la gigantesca Mezquita de Sultanahmet o « Mezquita Azul ». Al interior de la mezquita solamente se puede entrar con brazos y piernas cubiertos y pies descalzos. En caso de ser mujer la cabeza debe ir debidamente cubierta. Además es prohibido entrar durante las oraciones y tampoco es posible pasar ás allá del area de visitantes.

A pesar de las restricciones el ambiente es bastante distendido al interior de las mezquitas. De hecho los mismo musulmanes se toman fotos al interior y se pasean por todo lado. Por supuesto que la gente mayor se ve mas devota, oran y se postran con la cara al suelo diciendo cosas que no entiendo pero que puedo imaginar de que se tratan.

Istanbul está repleta de mezquitas. La Gran Meqzquita de Suleyman domina la vista desde el sector del « Cuerno Dorado ». El modelo es similar. Una gran cúpula central, cúpulas menores simétricas a los lados, un patio lateral con arcos y columnas. Al interior tapices y alfombras para los pies descalzos, y decorado caligráfico para la vista. En el mundo islámico la caligrafía tiene un rango especial. Es el modo de expresar gráficamente lo abstracto y espiritual, en particular el mensaje del Qur'an. Es por eso que en todas las mezquitas los interiores están repletos de inscripciones estilizadas, en relieve, en colores, cuibertas en oro, inscritas en piedra, etc etc.

Las mezquitas no cumplían únicamente un rol religioso. Generalmente las grandes mezquitas construidas por los sultanes en Istanbul incluían centros de enseñanza, casas de hospedaje, patios, baños y pos supuesto mercados.

El Gran Bazar es uno de los lugares que atrae mayor atención en Istanbul. Se trata de un gran mercado cubierto en el que se puede encontrar todo tipo de baratijas y un ejército de avivados que hacen todo por venderlas. Es fácil darse cuenta que la mayoría de las víctimas son turistas. Tapices y más tapices, velos, turbantes, trajes de bailarín místico sufi, mosaicos, esculturas, joyas, cristalería.... En fin todo lo que pueda ser catalogado como exótico puede encontrarse en el Gran Bazar. Los vendedores turcos pueden resultar bastante persuasivos, a veces hasta acosadores cuando ven que el turista tiene el billete en la punta de los dedos. Muchos de los visitantes que caminan por el Bazar no saben sobre el comercio informal y la relatividad de precios que dependen mas del clima que del valor real del producto.

Una ciudad que une dos continentes tan distintos solamente puede existir bajo una cierta atmósfera de caos. Es un caos voluntario, un raro equilibrio que se ha formado luego de siglos y siglos de mutua asimilación cultural. Turquía quiere ser europea. Los europeos se fascinan por el oriente. Bizancio, Constantinopla o Istanbul es la prueba de que existen formas de complementar mentalidades casi opuestas.

Nova Roma

Constantinus formaba parte de la 'tetrarquía' que gobernaba el imperio Romano en el 4to siglo. Pero como todo romano no le agradaba mucho compartir el poder y procuraba eliminar competencia. En una de esas guerras civiles en las que trataba de destronar a sus pares, Constantinus llegó a las afueras de Roma para retar a Maxenius que dominaba la ciudad eterna y según la leyenda fue testigo de un hecho sobrenatural. Sobre el sol apareció una cruz luminosa con una inscripción en griego que decía: « con este signo vencerás ». Constantinus hizo marcar los escudos de su ejército con el símbolo Chi-Rho (X P -> Christus).

Seguramente esa historia es un invento de algún obispo creativo pero el hecho es que Constantinus liquidó a su rival Maxenius y todo su ejército; y a partir de ese momento el Imperio Romano volvió a estar en manos de un solo patrón, que además era cristiano.
Pero el aire en Roma era algo nocivo, se respiraba conspiración en cada esquina. Así que Constantinus decidió fundar Nova Roma en el punto en el que Europa y Asia se encuentran. La antigua Byzantium fue renombrada Nova Roma y posteriormente Contantinopolis alias Constantinopla. A partir de ese momento la ruina de Roma sería total, mientras que la nueva capital 'romana' se convertiría en referente cultural mundial y símbolo de prosperidad.

El imperio volvió a dividirse luego de algunos años y la parte occidental se deshizo humillantemente ante los embates de mil y un clanes germánicos. Mientras tanto el Imperio Romano de Constantinopla (« Bizantino » según la nomenclatura actual) sobreviviría unos mil años más. Aun existen testigos de esas épocas remotas. Constantinus hizo entre otras cosas renovar el Hipódromo, que era el centro social de la ciudad. A falta de martirio de cristianos, tenían que conformarse con corridas de caballos. Los emperadores de Oriente dotaron al hipódromo de algunas reliquias interesantes como por ejemplo un obelisco egipcio robado de Karnak, o también la « Columna Serpentina », antiguo monumento griego que recuerda la victoria sobre los persas en Pallatea. Según cuenta la leyenda la columna fue fabricada con el bronce de los escudos de los derrotados persas.

4 enormes caballos de bornce decoraban la entrada del gran Hipódromo. Hoy esos caballos se encuentran en la catedral de San Marco en Venecia. No está de más decir que la Constantinopla Imperial atraía a todo tipo de vándalos y saqueadores. Los venecianos y cruzados llegaron inculsive a capturar la ciudad en uno de los episodios históricos más extraños que se hayan registrado.

También los vikingos organizaron excursiones tan violentas que en cierto momento Constantinopla se vio forzada a pagar fuertes sumas a condición que los nórdicos no hicieran turismo en el Mar del Mármara.



Pero la grandeza de la capital imperial tiene en Hagia Sofia su mejor ejemplo. La masiva catedral fue construida por orden del emperador Justiniano, y se convirtió con el tiempo en el ejemplo maestro tanto para iglesias ortodoxas como católicas e incluso mezquitas musulmanas. Al interior de Hagia Sofia el choque de culturas que se vive desde hace siglos en la capital transcontinental es omnipresente. Sobre la cúpula bizantina se leen inscripciones en caligrafía árabe musulmana. En las esquinas en las que se esperaría una efigie de un santo cuelgan cuadros con el nombre de Mahoma. En lugar de altar hay un mihrab que indica la dirección en la que se encuentra La Meca. Sobre algunos de los muros quedan rastros de los característicos mosaicos bizantinos. Imágenes de Cristo Pantocrator , María, santos y emperadores cubrían muros y techos de la catedral. Pero luego de la conquista de la ciudad por los Turcos, el Islam adoptó a Hagia Sofia como mezquita y todo el arte cristiano fue destruido o cubierto. Existe cierta controversia respecto a si se deben seguir destapando mosaicos medievales o preservar el arte decorativo islámico que los cubre. Porbablemente quedan aun algunas obras maestras anónimas bajo la caligrafía islámica.

En 1453 el Imperio Bizantino tenía los días contados. Lejos de la potencia mundial que fue en tiempos de Justiniano, el imperio se reducía a poco más que la ciudad de Constantinopla. Pero aun así la ciudad no caería a manos turcas sin resistencia. Los turcos comandados por Mehmet II necesitaron 2 meses de sitio antes de poder penetrar las formidabes murallas de Teodosio. Contrataron a un húngaro que construyó el cañón mas grande de la época, pensado para destruir cualquier fortificación. Sin embargo en esos tiempos la armas de fuego estaban en una fase muy primitiva así que el cañón no sirvió de mucho y los turcos tuvieron que utilizar medios convencionales. Se estima que el ejército bizantino no pasaba de los 10 mil hombres mientras que los turcos tenían algo menos de 90 mil. Pese a cualquier esfuerzo la ciudad tenía que caer. La deseperación fue tal que el mismísimo último emperador Constantino XI se despojó de corona y se lanzó en persona a detener la ofensiva turca. Todo fue inutil, el emperador murió entre sus soldados, la ciudad cayó y con ella toda la Edad Media.

A partir de ese momento los sabios y letrados migrarían a Occidente, llevando consigo todo el legado y tradición Greco-Romana. La consolidación del poderío turco en medio oriente también impulsaría al occidente latino a buscar nuevas rutas marítimas al lejano oriente.


3.12.2007

when the levee breaks

En ciertos países extraños la ciudad 'capital' no es la sede de gobierno. Por ejemplo los holandeses decidieron nombrar capital a Amsterdam pero mantener parlamento, ejecutivo y corte suprema en Den Haag (La Haya). Inclusive la reina Beatriz tiene sus 'oficinas' allá, aunque no se muy bien qué hará en ellas.

Den Haag ha sido el centro político de Holanda desde hace siglos y toda esa historia de poder se encuentra condensada en el mítico Binnenhof. En siglos pasados el complejo del Binnenhof tuvo que soportar revueltas, tomas de poder, ejecuciones y todo tipo de pugnas políticas. En cambio en estos días sus patios contagian cierta serenidad, la que sin embargo es perturbada por manifestaciones como las de unos kurdos que reclamaban por su líder Ocalan. A pesar que la manifestación era pacífica, preferí alejarme temiendo que me tomaran ya sea por kurdo o por turco. Así que busqué refugio en el museo nacional de historia.

Parece ser que en todo museo los holandeses hablan de su tan famoso siglo de oro. Se nota que se sienten orgullosos de haber pasado de ser un simple territorio vasallo de España a una potencia mundial en tan poco tiempo. Si bien sus colonias nunca fueron muy extensas como las de España, Portugal o Inglaterra, estuvieron situadas en puntos estratégicos desde el punto de vista comercial. Una nación que vivía bajo el nivel del mar no podía sino convertirse en la dueña de los océanos. En cierto momento su poder era tal que llegaron a hundir la flota inglesa en Chatham, en la mismísma desembocadura del Thames! (la catástrofe mayor de toda la historia naval inglesa)
Pero las tragedias también tienen que ser recordadas, el museo conserva como macabro souvenir uno de los dedos de Johan de Witt, máximo líder de la república durante las guerras anglo-neerlandesas que fue salvajemente linchado por una de esas 'angry mobs'.

Por suerte no todo es guerra y muerte, casi anexo al Binnenhof se encuentra la Mauritshuis, museo dedicado a los clásicos Rembrandt, Vermeer, Jan Steens, Frans Hals y Van Dyck. A pesar de ser un museo 'pequeño', la Mauritshuis alberga obras capitales de la historia del arte mundial. Algunos de los más famosos autorretratos de Rembrandt, por ejemplo. Es curioso pero el maestro holandés de las sombras parecía tener cierta fijación por su rostro. Sería vanidad, o le daba pereza buscar otro modelo?, lo cierto es que se conocen más de 80 autorretratos suyos. Otra de las 'clásicas' es la 'Lección de anatomía', que por cierto es uno de esos retratos grupales que tan de moda estaban en el XVII. Solo por completista menciono también a la célebre 'Dutch Mona Lisa', la 'Muchacha de la Perla' de Johannes Vermeer.

Aprovechando que Den Haag atrae menos alboroto que Amsterdam, recorrí durante un rato el 'canal de la Reina' Koninginnegracht, pasando por embajadas de países extraños como Omán y Kazakhstán.
Después de una hora de caminata divisé unas gaviotas, el aire de mar se dejaba sentir. El barrio de Schevenningen es el sector 'playero' de Den Haag. Lógicamente en esta época las playas del Mar del Norte no se prestan para baños nudistas pero de todos modos es difícil igualar la ilusión que causa el sol cuando se acuesta en las sábanas del océano. Dicen que el sonido del mar es lo más cercano a la música que dio origen al mundo. Es bueno escucharlo mientras los pies se hunden en esa arena decorada con millones de diminutas conchas marinas.

3.11.2007

Here comes the flood

Cuando se mira una ciudad o un país desde el cielo es casi inevitable notar las marcas que los humanos dejamos. Ciudades hormiguero, pueblos fantasma, carreteras de la estafa, sembradíos transgénicos, puentes trillizos, etc. Pero un paisaje muy particular es el que se ve al llegar a las tierras de los Países Bajos, que aparte de bajos son escandalosamente planos.
Difícilmente se ve algún morro con ganas de convertirse en colina, por lo menos en la región costera de Holland u Holanda, cuyo nombre popularmente se usa para designar a todo el reino de los Países Bajos (Koninkrijk der Nederlanden)
Toda la planicie está cuadriculada por incontables canales artificiales, da la impresión que el lugar estuviese permanentemente afectado por severas inundaciones. Pero en realidad todo está bajo control. En la edad media los holandeses le quitaban terreno al mar bombeando agua con sus molinos de viento. Construían diques y canales, fabricaban islas y se daban modos para pactar la paz con el océano. Claro que las tragedias de las inundaciones han sido de todos modos una constante amenaza para este pequeña esquina de Europa. Pero desde la implementación del 'Plan Delta' el pueblo dutch parece sentirse seguro.

En la capital 'histórica', Amsterdam, el agua sigue siendo omnipresente. Los canales que definen la forma de la ciudad son todos artificiales y ya tienen varias centenas de años de experiencia en su función de avenidas acuáticas. Aunque hay espacio suficiente para autos, buses y tranvías, la horizontalidad extrema invita a los holandeses a preferir la bicicleta como medio de transporte. En cada calle hay una 'ciclovía' pintada en un tono rojizo, por la que ni los peatones tienen derecho a pasar. De las barandas de los puentes cuelgan decenas de bicicletas estacionadas, algunas de ellas evidentemente olvidadas como demuestra el musgo que las cubre. Amsterdam es ciclista y acuática. Lo dicen las estadíticas: cada año miles de bicicletas caen a los canales.
En Amsterdam todo está relativamente cerca. En la plaza principal, Dam, confluyen las turbas a todas horas. Allí está el Palacio Real, que alguna vez fue el palacio de gobierno de la República, durante el dorado siglo XVII de los Países Bajos. Luego fue palacio de Louis Napoleon durante la invasión francesa, para posteriormente convertirse en uno más de los palacios reales de la nueva monarquía de los Orange.
Aun lado del palacio está la Iglesia de Niewe Kerk, del período gótico bajo, aunque actualmente cumple funciones de museo. Luego de la reforma, la región de Holanda pasó a manos de protestantes, que durante la 'furia iconoclasta' procuraron desfigurar todas las imágenes de santos y otros personajes bíblicos que abundaban en las iglesias católicas. Los templos en muchos casos fueron abandonados y en otros como este, cambiaron totalmente de función. Extrañamente ahora se presenta una exhibición sobre Istambul y la cultura turca (islam incluido) en el interior de la Niewe Kerk. Pequeñas paradojas.



El siglo de Oro de los Países Bajos, el XVII, es el orgullo de este pequeño gran país. En aquel tiempo las compañías de coloniaje de las 'Indias' dominaban puntos estratégicos para el comercio. Llegaron a poseer colonias en el Caribe, Surinam, inclusive la futura New York, Sudáfrica, Bengala, Indonesia y China. En el famoso Rijksmuseum no se cansan de contar sus logros. Ese dominio hizo a los burgueses holandeses inmensamente ricos. Y por suerte el dinero propicia, aparte de innumerables vicios, el fomento a las actividades artísticas. Sin santos ni mártires que pintar, los encargos en aquella época tenían la finalidad de inmortalizar a los burgueses holandeses en solemnes pinturas. Es así que los retratistas estaban llamados a hacer su agosto. Uno de ellos era un tal Rembrandt van Rijn. Heredero del claroscuro de Caravaggio, gran maestro de la luz y revolucionario en la composición, Rembrandt recibía numerosos pedidos de retratos grupales. En ese tiempo estaba de moda 'amollar' para mandarse hacer un cuadro de colegas, especialmente grupos de guardia civil. El que pagaba más aparecía con mayor prominencia en el cuadro. El que no pagaba era simplemente ignorado. Uno de los lienzos más celebres de este tipo es la 'Ronda nocturna', del que libros enteros se han escrito. Alguna gente le ha clavado puñales y le han rociado ácido pero por suerte los restauradores hacen que no se noten mucho las cicatrices de esos ataques.
Se puede descubrir mucho más sobre Rembrandt en su casa. Mientras tuvo dinero vivió en una simpática casa en Amsterdam que ahora es obviamente un museo. El ocioso, entre otros pasatiempos, se dedicaba a perfeccionar la técnica del grabado. El mismo tenía una prensa en una habitación de la casa y pasaba horas probando y produciendo sus propias impresiones. Hoy un tipo se pasa el día en el taller de Rembrandt, mostrando en vivo todo el proceso. Cada quien con su vicio.

La casa de Rembrandt, como muchas en el centro de Amsterdam, fue construida también en el siglo de oro. Jordaens, Rubens, Van Dyck son otros nombres asociados a esa época de supremacía naval, comercial, política y artística. Pero todo tiene su fin. En 1672 'el año del desastre', Ingalterra, Francia, Köln y Münster invadieron la república. Si bien los holandeses lograron resistir la embestida, el golpe fue fatal. Las subsecuentes interminables guerras con Francia fueron aprovechadas por Inglaterra para hacerse dueña de los mares y terminar con la hegemonía holandesa. La república no se fue a pique, pero su influencia fue disminuyendo paulatinamente.

Mucho tiempo después, y en otras circunstancias, otro personaje holandés comenzaba a hacer historia. Un hijo de pastor protestante de nombre Vincent van Gogh. El tal Vincent trabajó durante como adolescente como vendedor de obras de arte hasta que un día le pareció que su vocación era ser misionero. A pesar que en estudios de teología y 'misionología' le fue bastante mal, Vincent estaba empeñado en ser pastor. Pero sus superiores eclesiásticos notaron que Van Gogh era un tipo extraño y su visión del cristianismo era poco ortodoxa. Así que lo echaron.
Es en esas circunstancias que Van Gogh 'decidió' un día volverse artista. Su carrera duraría apenas 10 años. Van Gogh sufría de problemas mentales y era un sujeto inestable. Sea como sea ese tiempo fue suficiente para hacer de Van Gogh uno de los grandes maestros de la pintura de los últimos siglos.
Un mueso entero está dedicado a su obra en Amsterdam, y supongo que es la colección más grande que existe sobre este post-impresionista. Para mi gran suerte una exposición temporal mostraba también el impacto de Van Gogh sobre la generación de los llamados expresionistas, especialmente los Vieneses de la Secession y alemanes del Blaue Reiter y die Brücke. Solamente durante el último año de su convulsionada vida, Van Gogh comenzó a ser notado en el medio artístico. Pero cuando comenzaron a hacerse exhibiciones póstumas el rumor se expandió y con los años gente como Kokoshkha, Macke, Marc, Kirchner, Heckel e incluso Klimt y Schiele comenzarían a revisar su catálogo.
El pincel de Van Gogh es marcado y espeso, impregnado de colores irreales. Más que de realidad, su obra está cargada de emociones, las más fuertes y extrañas, seguramente un reflejo de su tormentosa vida y de las permanentes crisis que lo azotaban. Con solo 37 años encima se pegó un tiro en el pecho y murió a los pocos días.

3.05.2007

Between the devil and the deep blue sea

El cielo es gris y tiene cara de lluvia. El latoso avión soporta sin mucho esfuerzo una serie de leves sacudidas que le ponen un poco de ritmo al descenso. -‘Que pena’ –dice un portugués sentado a mi izquierda. ‘Dejar los Alpes y encontrar un cielo más cerrado aquí en plena costa lisboeta!’

Desde la ventanilla la bienvenida la da el río Tajo, en cuya desembocadura se ha instalado desde hace algunos siglos la ciudad que hoy es capital y orgullo de los portugueses. Naturalmente ese liderazgo tiene antecedentes históricos de gran relevancia; principalmente la reconquista de Lisboa, ocupada durante siglos por los moros.




Justamente el ‘conquistador’ Alfonso Henriques, luego de acabar con el poder moro, se proclamó rey de Portugal, en plena edad media de cruzadas y leyendas de caballería. Su paso quedó marcado en Lisboa entre otras cosas por el impresionante Castelo de Sao Jorge, construido sobre una de las múltiples colinas que hacen de la capital portuguesa un eterno subir y bajar. Como casi todos los castillos medievales, su función ha mutado desde fortaleza hasta prisión, para convertirse finalmente en imán de visitantes y fotógrafos ingenuos que imaginan ejércitos y batallas épicas en medio de las piedras milenarias que sobreviven.

La vista desde el Castelo es cuando menos privilegiada. El barrio antiguo de Alfama decora las faldas de la colina del Castelo, con su arquitectura única y calles estrechas. Cada casa en Alfama es una pieza de museo, aunque los años han dejado sus trazas. Los azulejos vistosos que adornan sus paredes se confunden con el verdoso musgo que la humedad portuaria trae sin importar la estación del año. Pero es justamente ese sabor a vejez que hace cautivador al barrio de Alfama. A fin de cuentas es el barrio que sobrevivió al gran terremoto de 1755, que destruyó gran parte de la ciudad y sus antiguos tesoros e iglesias. Se cree que murieron más de 60 mil personas en ese fin del mundo anticipado, que fue sucedido de un tsunami y un incendio de gran escala.

Luego de semejante cataclismo el Marqués de Pombal – Primer Ministro de la época y figura clave en la historia de éste país- dirigió la reconstrucción de la ciudad bajo líneas urbanísticas y antisísmicas novedosas para la época. El barrio de Baixa es el resultado más célebre de ese esfuerzo. Las líneas rectas y amplias definen este barrio que hoy es el centro comercial y turístico de la ciudad, siempre abarrotado de gente multicolor.
Sin embargo la herida del terremoto nunca será completamente borrada. Algunas iglesias, como la del Carmo, no han sido restauradas y se mantienen como ruinas y testigos de la fragilidad de todas nuestras raquíticas empresas.

Algunas iglesias más afortunadas, como la catedral, aun pueden cumplir sus funciones. Otras como la enorme iglesia de Sao Vicente de Fora exhiben su claustro al público. En el monasterio están las tumbas de la última dinastía de los reyes de Portugal. Otro curioso detalle del monasterio son los elaborados azulejos que decoran casi todos sus muros con motivos e historias pintadas en azul, seguramente inspirados en el arte chino. Desde el techo del monasterio se puede contemplar el Panteón Nacional. Los huesos de personajes ilustres yacen bajo la enorme cúpula, aunque algunos solo simbólicamente, como los de Vasco da Gama.

El célebre navegante, responsable del descubrimiento de la ruta a Indias, está enterrado en el distrito de Belém, de donde los conquistadores partían a los mares en busca de gloria pero a costa de vidas e innumerables contingencias. Portugal es en cierta forma la cuna de exploradores atrevidos que se aventuraron a zarpar sin tener mucha idea de dónde llegarían ni de qué cosa encontrarían. Financiados por el infante Henrique el Navegante, los portadores de las banderas portuguesas llegarían primero a las Azores, luego a Madeira, Cabo Verde, Guinea, Ghana, Brasil, Cabo de Buena Esperanza (Cape Town), Goa (India), etc etc etc. Magallanes finalmente le daría vuelta al Globo, para completar la seguidilla de descubrimientos.
Inclusive algunas teorías indican que el explorador Corte-Real llegó a las costas de Terranova (Canadá) ante que Colón llegase a las Bahamas.

Un monumento relativamente reciente rinde homenaje al devoto infante Henrique y la tropa de conquistadores que hicieron de Portugal potencia mundial y colonizadora.



Toda esa historia de conquistas y hazañas se vive desde el distrito de Belém, especialmente en el Monasterio dos Jerónimos, donde los navegantes como Vasco da Gama recitaban sus últimas oraciones antes de partir hacia la incertidumbre de los mares. El monasterio y su iglesia son por cierto obras de increíble belleza y originalidad. El estilo es llamado ‘manuelino’ (en referencia al rey Manuel I) y combina elementos góticos y moriscos con complejísimos detalles y ornamento marítimo. Muy cerca del monasterio y con el mismo peculiar estilo ‘manuelino’ se levanta frente al río Tajo y en pose arrogante la torre de Belém. Concebida a la vez como fortaleza de defensa y monumento en honor a las grandes hazañas de los conquistadores, la Torre está armada de cañones disfrazados bajo la belleza de su ostentosa fachada.

Hoy ya no zarpan carabelas desde el Tajo, Portugal ya no es el gran imperio colonial ni la potencia naval de otrora. Pero sin duda el llamado de las olas sigue atrayendo aventureros a Lisboa, para dirigir este pequeño país entre vientos y mareas a puerto seguro.

2.16.2007

selling england

vEste año, movidos por la nostalgia y tal vez por cheques no despreciables, vuelve Genesis a las tablas. Bueno, al menos Genesis en su más exitosa y lucrativa versión. Lo que podría ser una agradable sorpresa en realidad tiene sabor a decepción para muchos. Y resulta paradójico que teniendo a los 5 'clásicos' en perfecto estado de conservación, los egos puedan más y nos presenten la encarnación 'light' de una banda que hizo historia.

No es por desmerecer a Tony Banks ni a Michael Rutherford; menos a Phil Collins. Pero la distancia entre la intrascendencia del 'Invisible Touch' y la minuciosidad de 'Foxtrot' es abismal. Imposible hacer desaparecer la mano precisa de Steve Hackett y la presencia absorbente de Peter Gabriel; y pretender que existe continuidad.

A diferencia de otros engendros musicales que tendrían que recurrir a la reencarnación para reunirse, Genesis tiene todo a la mano. Todos disponibles, todos en forma. Claro, con barba blanca hasta el suelo y rostro desfigurado, pero disponibles al fin.
Supongo que será una cuestión de libertades personales. Los caprichos de la hinchada no tienen que ser necesariamente complacidos....

Así que hay que conformarse con aquella gente que hace lo que desde hace siglos es la norma en la música llamada clásica. Interpretar. Revivir a Brahms o a Schubert está fuera de nuestra ciencia pero hay gente interpretando sus obras permanentemente. La interpretación es igual a la original, pero totalmente diferente. Y con eso vivimos contentos.

Del mismo modo, profesionales como 'The Musical Box' recrean a Genesis 72-75 con un grado de detalle que asusta. Provistos de instrumentos de la época: mellotron, hammond, rickenbakers dobles y un largo etc, hace cada solo, cada pasaje, cada nota como con libreto. Inclusive la flamboyante indumentaria gabrieliana es fielmente reproducida, flores, zorros y britannias incluidos. Las bizarras historias que sirven de entremés ente canción y canción tampoco escapan de las reconstrucciones, complementadas con la escenografía y juego de luces originales.

Es una experiencia primordialmente musical pero también visual difícilmente comparable a otro acto contemporáneo. El impacto es tal que los mismos miembros originales de Genesis han aplaudido. Rutherford ha ido incluso más allá y sostuvo que lo hacen incluso mejor....

Desde la intro a capella 'Can you tell me where my country lies', pasando por el piano de Firth of Fifth, la marcha triunfal del Epping Forest, el lawnmower y la inocentada de More Fool Me, hasta Romeo & Juliet en el Cinema Show, Selling England es un hito indeleble en la historia del ambiguo prog.
Y escucharlo en su integridad, junto a una selección de otras masterpieces tiene sabor a privilegio. Los ojos fosforescentes del Wathcer of the Skies, las 36 cuerdas del interminable Supper's Ready, el infierno del 666, Old King Cole y el tragicómico nursery crime; Es una historia tras otra, y es imposible escapar de ellas, te absorben desde el primer instante y exprimen tus sentidos, les obligan a sentir cada cuerda de la Les Paul de Hackett, cada beat de Collins y cada secuencia de Banks.

Pasarán algunas semanas hasta recuperarme de la conmoción. Por ahora sigo escuchando retumbar en mis oídos el gran final de The Knife: 'Martyrs of course to the freedom i will proviiiiiiiiiiiide'

1.01.2007

luces de la ciudad

Gente caminando por la acera que escolta la calle principal, aquella en la que los mostradores son grandes pantallas de televisión para la muchedumbre, que con buenas o malas razones se da cita allí cada día con disciplina marcial.


Dos adolescentes tan despreocupados y vivaces como la edad obliga, vendían periódicos en una esquina particularmente concurrida. Ninguna noticia especial, los mismos escándalos de cocina de cualquier otra jornada, mezclados con el barullo típico de fin de año.

Sabiendo que a esas horas de la tarde sería difícil que alguien no esté enterado de los chismes impresos, los dos muchachos preferían entretenerse con aquellos pocos seres miserables que en las absurdas e implícitas leyes de la sociedad tenían igual o menor rango que ellos.
Un diminuto y particularmente desgarbado personaje encajaba en esos estándares de manera perfecta. Pantalones demasiado anchos, atados al cuerpo por una especie de lazo y haciendo gala de varios agujeros. Un saco de un color difícil de determinar, demasiado pequeño, tal vez encogido por la vergüenza. El pequeño hombre caminaba lentamente, desplegando su falta razones por las cuales apurarse, y mirando siempre al suelo, en busca de alguna oportunidad perdida o derramada por un incauto.

Semejante ser indefenso se hizo el blanco perfecto para los dos mozuelos que comenzaron a practicar puntería con él, utilizando como armas unas pepitas inmaduras que recogían de un árbol cercano. Recordando que alguna vez alguien le habló de dignidad, el pequeño vagabundo trató de responder con coléricas reprensiones a sus agresores. Pero su berrinche no apaciguaba a sus contrincantes sino que les entretenía aun más. Resignado en su condición de leproso citadino, el vagabundo decidió bajar la guardia y seguir su camino, pisando lo poco que le quedaba de orgullo. A fin de cuentas, en medio del tumulto a nadie le importaba.

Una de las vitrinas vecinas albergaba una florería, de donde una doncella había observado el incidente. Consternada al ver al pobre indefenso, deslizó su mano hacia el bolsillo de su mandil, de donde extrajo una moneda de un franco y una pequeña florcilla. Salió hacia la puerta de su florería, por donde en ese instante arrastraba los pies el triste vagabundo. La doncella lo miró y le dijo: 'tenga, buen hombre, una flor para este día sin sol'. El vagabundo, sorprendido al escuchar la delicadeza de la voz de la dama, se detuvo en seco. Esas pocas palabras intentaban contrarrestar con heroísmo el rudo embestir de la ciudad, al que estaba ya estoicamente acostumbrado.
La miró, miró su rostro, queriendo encontrar el origen de esas palabras que por lo menos por un segundo le traían un poco de alivio. Pero al hacerlo su corazón y todo su ser se congelaron. La reconoció. Observó sus ojos y reconoció en ellos las ilusiones y sueños que mucho tiempo atrás habían sido la razón de su vida.

Extendió el brazo para recibir la florcilla y la moneda al mismo tiempo que la doncella extendía el suyo para entregárselos. Y luego de un segundo infinito las dos manos se tocaron y se sintieron la una a la otra. Y fue entonces que la mano de la doncella reconoció también esa piel tosca pero frágil que hace mucho tiempo le devolvió la esperanza que parecía perdida. Manos y ojos se reencontraron en aquel instante.

- 'puedes ver?' - preguntó el vagabundo
- 'ahora si puedo ver' - respondió la doncella