9.19.2005

Ville de Fribourg

A fuerza de tanto caminar en esta ciudad que por hoy me acoge, he llegado a conocer muchos de sus rincones y algunas de sus historias.

Fribourg es la frontera de lenguas por excelencia. Desde el tiempo de las invasiones bárbaras a la antigua provincia romana de Helvetia, una barrera lingüística ha persistido en el lugar.

Las tribus germánicas de los Alamanes se establecieron en la región oriental, destruyendo y aniquilando tanto a los señores romanos como a los helvecios celtas originarios. Mientras tanto, a la región occidental llegaron los Burgundios , que a pesar de ser también germánicos, se asentaron en relativa paz, aprovechando el desbande romano. Esos burgundios, al contrario que sus vecinos Alamanes, olvidaron su leguna germánica y adoptaron el latín, que con el tiempo degeneró en el francés. 1600 años despúes, esa barrera de idiomas ha permanecido casi estática.

"Puente de Berna" sobre la Sarine: frontera de lenguas en Fribourg.








Para poder hablar de la fundación de Fribourg hay que remontar a 1157, año de fundación. El protagonista es el duque Berthold de Zaeringhen, que advierte la posición estratégica del lugar, al borde del río "La Sarine". Algunos años mas tarde el duque fundará la futura capital de la Confederación Helvética, Berna.



lugar "estratégico": desde las torres de las colinas se podía detectar fácilmente la presencia del enemigo.






Durante la Edad Media Baja, el crecimiento de Fribourg como ciudad es posible gracias a un movimiento económico importante. El auge económico promueve el desarrollo de las artes. Numerosos pintores, escultores y arquitectos son llamados a trabajar en la ciudad. Es así que se levantan numerosas iglesias y casonas particulares. Numerosas fuentes coronadas de estatuas indaven la ciudad. Se inician las obras de la magnífica catedral de St Nicolas.


Fuente de San Juan Bautista en la Plaza de San Juan. Las obras de escultores del siglo XV y XVI Hans Geiler y Hans Gieng se exhiben en cada rincón de la ciudad.









Catedral de St Nicolas: La inmensa torre domina el centro de la ciudad antigua. Impresionante ejemplo del estilo gótico, a pesar que en realidad la torre nunca fue terminada.






Vista general de la ciudad desde la capilla de Loreto. Aun siguen en pie las murallas medievales.








Iglesia y convento de San Agustín: Las singulares esculturas en madera del altar mayor son sin duda uno de los mayores tesoros de la ciudad.






Iglesia y propiedad de los Caballeros de la Orden de Malta.








Puerta de "Berna". Una de las puertas de la ciudad, aun en pie.











Hasta el siglo XVI continuará la bonanza friburguesa, numerosos monumentos aun en pie son pruebas de ello. Luego comenzará lentamente la decadencia. Ya en 1481 Fribourg ve la necesidad de adherirse a la Confederación Helvética (en aquella época, la Confederación de los 8 cantones). La mayoría de los cantones se oponen a su entrada, pero gracias a la intercesión de St Nicolas, el Canton de Fribourg es finalmente aceptado. Sin embargo su entrada trae consigo la germanización. Dado que todos los demás cantones eran germánicos, Fribourg se ve obligado a aceptar el idioma y las normas "allemaniques".


Hôtel de Ville de Fribourg: Casa de Gobierno, muestra de la influencia germánica incluso en la arquitectura.







Vista de la torre del Hôtel de Ville.











El dominio germánico llegará a su fin únicamente a principios del siglo XIX, por la intervención napoleónica. Napoleón acude al llamado del Canton de Vaud (Lausanne) para liberarse de los grandes señores suizos germánicos. Fribourg, como puerta de la suiza alemana, es el primer punto a ser atacado. Una sola bala de cañón francés es suficiente para que los soldados friburgueses abandonen la causa y le den las espaldas a los señores suizos germánicos. Desde aquel momento los ciudadanos francófonos vuelven a tomar el control del Canton. Mientras tanto Napoleón establece un uevo orden que en algunos años se convertirá en la base de la actual Confederación Helvética. Así llega la revolución francesa a Suiza.

Durante todo el resto del siglo XIX y parte del XX suiza se sumirá en una crisis que la llevará a ser una de las naciones mas pobres de europa. Sin embargo, poco a poco la suerte y el ingenio de los suizos lograrán revertir el estado de las cosas.


Puente de Zaeringhen









Ville de Fribourg: belle, n'est-ce pas?

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